Un gol de Demichelis y otro de Palermo bastaron para que el equipo de Maradona consiga su tercer triunfo en el mundial. Los albicelestes ahora piensan en México.
La selección argentina de fútbol alcanzó la perfección en la fase de grupos tras vencer hoy por 2- a Grecia en la última jornada de la primera fase del mundial Sudáfrica 2010. la cereza en el postre fue el debut mundialista de Martín Palermo, quien se dio el lujo de anotar.
El elenco argentino dirigido por Diego Maradona presentó siete variantes y fue capitaneado por Lionel Messi, quien nuevamente estuvo de espaldas al arco y no pudo anotar pese a los diversos intentos que protagonizó en el estadio de Polokwane.
Desde el arranque del partido, el elenco sudamericano, que hoy vistió de azul, tomó la iniciativa de las acciones y protagonizó las jugadas más riesgosas del cotejo, pero se encontró con el arquero Alexandros Tzorvas, quien resultó ser una auténtica muralla.
Recién a los 76 minutos de juego llegó el primer gol del cuadro argentino. El defensa Martín Demichelis se sumó al ataque en un córner y, tras un rebote, le pegó en primera y fusiló al portero griego.
A los 89 minutos llegó el segundo tanto. Esta vez Lionel Messi encaró, pisó el borde del área y disparó, pero su remate fue desviado por el arquero. El rebote lo tomó Palermo, quien recién había ingresado, y de un potente derechazo venció la resistencia del cuadro europeo.
La felicidad de Palermo se convirtió en lo más resaltante del partido. Su rostro reflejaba una sonrisa inusual, como la de un niño que consigue una hazaña soñada o como la de un joven debutante que anota su primer tanto a nivel profesional.
Con este resultado, Argentina sumó nueve puntos con siete goles a favor y solo uno en contra. Este domingo enfrentará a México, al que ya enfrentó hace cuatro años en el mundial pasado justamente en los octavos de final.
En tanto, Grecia se despidió de la cita mundialista al quedarse con tres puntos, uno menos que Corea del Sur, que tras empatar con Nigeria se metió a la siguiente fase al convertirse en escolta solitario del combinado argentino.