Santiago de Chile -
[foto de la noticia]Llegó la hora de Samuel Eto'o, el más puro de los "leónes indomables" de Camerún. Los ojos de toda África están puestos en él, pero el siempre combativo atacante llega al Mundial de Sudáfrica envuelto en las dudas.
Camerún debutará el lunes en Bloemfontein ante Japón, un partido en el que los africanos no pueden tropezar si quieren superar la fase de grupos y emular a la mejor selección africana que jamás hubo en un Mundial. Ningún equipo del continente llegó nunca más lejos que el Camerún de 1990, liderado por el incombustible Roger Milla. Sólo la Inglaterra de Gary Lineker pudo en la prórroga con aquellos inolvidables "leones indomables" que doblegaron a la Argentina defensora del título en el partido inaugural.

El Mundial se disputa ahora por primera vez en África, pero las lesiones se han cebado en las grandes estrellas del continente: el ghanés Michael Essien y el nigeriano John Obi-Mikel quedaron fuera y el marfileño Didier Drogba lucha contra el reloj para poder competir.
Eto'o es el gran referente africano en Sudáfrica, donde una campaña en grandes carteles amarillos exhorta a una "África Unida". "Para nosotros no hay fronteras. No hacemos diferencias entre nigerianos, marfileños, ghaneses, cameruneses, argelinos o sudafricanos", aseguró el delantero del Inter de Milán. Pero todo el carisma integrador, toda la magia política de Eto'o choca de frente con su indomable carácter, un carácter que no rehúye ninguna pelea.
La última fue nada menos que con el otro gran ídolo de su país, Roger Milla. El ex futbolista reprochó al capitán de la selección camerunesa que no ofreciera con su país el mismo rendimiento que con sus clubes, donde ganó todo durante los dos últimos años, primero con el Barcelona y ahora con el Inter. "¿Qué hizo él? No ganó la Copa del Mundo", respondió dolido Eto'o. "Jugaron unos cuartos de final y con qué equipo. Tenían uno de los mejores equipos, con grandes jugadores en todas las líneas".
El actual Camerún, dirigido por el francés Paul Le Guen, ofrece más dudas que certezas. No ha ganado ningún partido de preparación este año y en la Copa de África de Angola cayó decepcionantemente en cuartos de final. "Uno se pregunta si ésta es mi gente", dijo decepcionado Eto'o tras las palabras de Milla. "¿Realmente merece la pena que vaya a la Copa del Mundo?".
El delantero del Inter no disfruta en la selección del éxito que obtiene en sus clubes, pero nadie duda de que allí él es el jefe. A Eto'o no le gusta que le lleven la contraria. El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, calificó como una cuestión de 'feeling' su decisión de deshacerse del atacante la pasada temporada, pese a ser el máximo goleador del equipo.
En 2007, sus duras declaraciones públicas contra Frank Rijkaard y Ronaldinho marcaron el principio del fin del equipo campeón de Europa de 2006. Al primero lo tachó de "mala persona" por acusarle de no querer salir al campo en el minuto 80 de un partido. Al segundo le reprochó eludir los entrenamientos. Locuaz y directo, el atacante siempre alza la voz cuando no está de acuerdo. Y, a sus 29 años, no parece que vaya a cambiar. A Le Guen, al menos, parece que le gusta así de indomable: "Está en forma, preparado para luchar y es un buen capitán".