
El Grupo H cambia. Suiza y Chile ganaron sus partidos y sacaron una luz de ventaja por sobre España y Honduras. En la próxima fecha, que será el lunes, se medirán España, ante Honduras, y Chile, contra Suiza. Los dos clasificados de esta Zona se medirán con los del Grupo de Brasil, Portugal, Costa de Marfil y Corea del Norte.
España fue el amplio dominador en los primeros 45 minutos de juego, aunque no consiguió quebrar la defensa suiza. Las dos chances más claras del equipo de Vicente del Bosque, paradójicamente, la tuvieron dos defensores: Sergio Ramos y Gerard Piqué.
El primero estuvo cerca de abrir el marcador y el segundo enganchó dentro del área (como en aquel partido de Barcelona de la Champions ante Inter) y pudo haber anotado el primero de España.
Sobre el final, David Villa, logró perforar la última línea helvética, se sacó un defensor, y quiso definir por sobre Diego Benaglio, el arquero suizo.
En el complemento, no fue mejor la historia para España, uno de los grandes candidatos del Mundial. A los 6 minutos, luego de un mal saque de Iker Casillas, Erin Derdiyok arremetió contra el área rival y, tras un rebote en el propio Derdiyok, Gelson Fernandes empujó el balón al gol. Suiza daba la primera gran sorpresa en Sudáfrica.
España necesitaba cambios urgentes. Del Bosque decidió la salida de David Villa y Fernando Torres entró a la cancha. Además, Jesús Navas sustituyó a Sergio Busquets en el mediocampo.
España seguía sin conseguir quebrar la férrea defensa suiza y buscaba con disparos de larga distancia. Primero, un remate de Andrés Iniesta se fue a centímetro del poste. Y luego, Xavi Alonso reventó el travesaño helvético.
La Roja asediaba el área rival y descuidaba la propia. Así, Suiza casi consigue el segundo, luego de una gran maniobra individual de Derdiyok, quien se quitó dos hombres de encima, y el balón terminó pegando en el palo derecho defendido por Casillas.
El último campeón de Europa insistía en jugar la pelota en campo de Suiza, pero siempre desde larga distancia: Navas disparó y el tiro se fue al lado del poste derecho de Benaglio.
En los minutos finales, la desesperación evitaba que España hilara con claridad una ofensiva. Como contrapartida, el orden helvético se imponía sobre el asedio rojo. Ya no habría más tiempo, a pesar de los cinco minutos adicionados. El primer gran batacazo del Mundial se consumó. Suiza venció 1-0 a la poderosa España.