El sevillano monopolizó el ataque español y marcó un gran gol
Pepe Reina evitó que los surcoreanos tomaran ventaja
Debut de Víctor Valdés los 45 minutos de la segunda mitad
Frente a Arabia fue Fernando Llorente en el descuento; contra la pertinaz Corea del Sur, Jesús Navas, en el minuto 85. La flecha sevillana utilizó el recurso de los grandes: un disparo a 30 metros de la portería asiática que evitó a la selección española regresar de la concentración austriaca con mala cara. No fue un gran partido, como se esperaba, con muchos 'nuevos' sobre el Tívoli de Innsbruck.
Corea del Sur pudo alcanzar el descanso con ventaja, aunque el dominio español del balón había rozado el 90% y el juego en terreno asiático hasta un 80% del total. No cayó el gol en la puerta española gracias a que Pepe Reina, tras 44 minutos y medio sin necesidad de actuar, hizo dos paradas antológicas a disparos consecutivos de Chu-Young y Li Chung.
Referencia riojana
¿Qué pasó? Que en España pesó mucho más de lo habitual la banda derecha, su principal argumento para agrietar la resistencia asiática. El afilado perfil sevillano del capitán Sergio Ramos y el recluta de elite Jesús Navas insistió sobre la banda que defendían un central y un lateral coreanos con bastante solidez, pese a la dificultad de detener a esas dos 'motos'. Cuando los andaluces superaron la barrera, miraron permanentemente arriba, a la cabeza del riojano Fernando Llorente, vigilado sin descanso por el otro central, un excelente Cho Yong-Hyung. Agua.
Esa táctica dejó a Cesc Fábregas, en sus primeros minutos de fútbol en casi dos meses, y a Andrés Iniesta con pocas posibilidades de crear por abajo y reivindicar los valores futbolísticos de una España con más titulares en el banco que en el césped tirolés. Javi Martínez intentaba tomarle el pulso a la posición de 'tapón', mientras que Juan Mata, perdido en el lado izquierdo, abandonaba esa zona para probar si ese discutido 'Jabulani' es en verdad balón de fútbol o de playa.
Lo encontró Mata, al cabo de 21 minutos, en la primera ocasión en que Iniesta rotuló con excelencia y acompasó el fenomenal desmarque del valencianista lejos de su posición. Lástima, pero cerró el remate un defensor.
Cesc, al larguero
Y lo encontró también Cesc, en el 35, tras una composición 'made in Spain': por la izquierda y con participación exquisita de Capdevila (apertura de Albiol) y Mata. El catalán del Arsenal golpeó en la línea frontal del área coreana con delicadeza, pero apuntó al larguero.
Cuando Reina hizo sus dos paradones previos a la pausa ya llevaba calentando un rato Víctor Valdés, alentado en el banquillo por sus compañeros, especialmente por Carles Puyol. Debutó como internacional y en sus 45 minutos de estreno no paró nada, porque nada le tiraron. Un obusazo de Kim Sun-Young pareció amenazarlo pero el impacto lo recibió Chu-Young en toda la frente. Le pega a otro y lo mata. En los trémulos últimos minutos, una salida en falso pudo agriar sus comienzos con la Roja, pero el daño no se produjo.
Titulares al rescate
Con la entrada de refuerzos en el acto segundo (Xavi Hernández, Xabi Alonso, David Villa y Pedro Rodríguez) España jugó más a lo que sabe, abrió dos alas en lugar de una sola y le hizo pensar a los coreanos, cada vez más pertrechados atrás y cada minuto más cansados de perseguir a una España más vivaz.
Javi Martínez encontró apoyo de Alonso, lo que le permitió incorporarse al ataque y buscar un remate que se fue alto, a pase de Navas, ya decidido a combinar en corto, porque la referencia aérea de Llorente había desaparecido. David Silva reemplazaría al centrocampista navarro del Athletic a 10 minutos del pitido terminal.
Jesús Navas protagonizó nuevas llegadas al área rival. Profundizó y probó al portero coreano con un magnífico disparo en el comienzo de la ofensiva final española. Villa enganchó dos remates de aproximación y Sergio Ramos volvió a acosar al portero asiático con un cabeceo desviado. Agua, agua y más agua.
Cuando Corea del Sur anunciaba un final amenazante a España, a balón parado, llegaron un remate a quemarropa de Villa salvado por el portero surcoreano con una mano colosal y la resolución del inagotable Navas.
A la Roja queda aún un ensayo pendiente, el martes en una Murcia volcada con la selección. Y a Sudáfrica, donde ya no se permitirán descuidos.