- Sarkozy ha llamado a la ministra de Deportes para que imponga orden
- El preparador físico, Robert Duverne, propinó un manotazo a Evra
- El delegado de la delegación francesa dimite: 'Esto es una vergüenza'
A partir de ese momento se han desecadenado una serie de acontecimientos que han precipitado la intervención del presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy. El jefe de Estado ha telefoneado a la ministra de Sanidad y Deportes, Roselyne Bachelot, presente en Sudáfrica, para que llame al orden al combinado nacional al completo.
En cumplimiento de la orden del presidente, la ministra ha prolongado su estancia en Sudáfrica y ha convocado para el lunes una cumbre con el capitán, Patrice Evra, el seleccionador Raymond Domenech y el presidente de la Federación, Jean-Pierre Escalettes, para reconducir la situación.
El domingo 'negro' comenzaba con Domenech organizando una rueda de prensa improvisada sobre el campo de entrenamiento del equipo para leer un comunicado escrito por la plantilla. "La Federación Francesa nunca ha intentado proteger al grupo", rezaba la nota.
"Ha tomado una decisión unilateral basada en hechos relatados por la prensa", proseguía la carta leída por Domenech. "Como consecuencia, y para mostrar nuestra oposición a esta medida, todos los jugadores han decidido no participar en la sesión de entrenamiento de hoy [por el domingo]".
La Federación Francesa de Fútbol (FFF) consideró la postura de los jugadores como "inaceptable". "Nos disculpamos ante todo el país", rezaba el comunicado publicado por la FFF, que debatirá tras el torneo en su asamblea general qué medidas tomar. "Al contrario de lo dicho por los jugadores, esa sanción (contra Anelka) se tomó tras una larga reunión con el implicado y con el capitán (Patrice Evra)", señaló la federación.
El jefe de la delegación dimite
"Los futbolistas dirán por qué han tomado esa decisión", aseguró el director de la delegación, Jean-Louis Valentin, quien anunció su dimisión. "En serio, dejo Sudáfrica y regreso a París", ha dicho a los periodistas en el cuartel general de Francia en Knysna.Y ha agregado: "Estoy indignado y harto. Dejo mi trabajo. Lo que pasa aquí es un escándalo para la federación, para el equipo francés y para todo el país. No quieren entrenar, es inaceptable".
El capitán Patrice Evra ha protagonizado un incidente con el preparador físico Robert Duverne antes de retirarse del campo de entrenamiento. Duverne, un hombre muy próximo al discutido seleccionador, se ha encarado con Evra en pleno césped y le ha soltado un manotazo.